PENSAMIENTO CRÍTICO Y FILOSOFÍA PARA NIÑOS
La educación idónea para cualquier ser humano debe contener aquello que haga, al hombre, reflexionar sobre el mundo, su entorno y su misma identidad. Esto es algo de lo que se plantea en la lectura que pueden encontrar en la siguiente liga. https://skydrive.live.com/view.aspx?resid=EB255352A1AA1EAD!287&app=Word&authkey=!AD9rK0W9pnG1-Vk En esta lectura se retoman varios temas que desglosaré de la siguiente manera.
Hay quienes dicen que las ciencias humanas y todo lo que conllevan no son necesarias para prospera, esto es un pensamiento totalmente errado pues en toda sociedad existe la NECESIDAD DE LA FILOSOFÍA.
Como lo menciona el texto, esta necesidad nace una incapacidad que tienen los individuos de comprender su propio mundo y se encuentran sometidos a una manipulación permanente en la que lo que predomina es la incapacidad de pensar y de vivir libremente.
Si se busca la construcción de una mejor sociedad es necesario que el individuo posea destrezas cognitivas y de hábitos de reflexión crítica que preparen personas ilustradas con una gran reflexividad de pensamiento. Aquí se enmarca el claro error que tienen aquellos que creen que las ciencias humanistas no sirven.
La reflexión filosófica ofrece al hombre distintos beneficios como:
· Una formación con bases sólidas
· Criterios mejor fundamentados y de carácter universal
· Orientar su acción cotidiana y dar respuestas (o ampliar las preguntas) a los problemas personales y
colectivos
· Ayudan a romper el estrecho círculo de particularismo individual, social, temporal y nacional
· Fomenta la apertura universalista
· Permite hacer crítica de lo establecido, no conformarse con lo socialmente impuesto, dudar y advertir lo
problemático de la opinión dominante y lo vano de la retórica oficial.
Todo esto necesita una concepción libre y autónoma del hombre.
Además de la apertura que se le debe dar a la reflexión filosófica en los currículos, la pedagogía también propone desarrollar el SENTIDO CRÍTICO.
La educación que desarrolla esta capacidad exige comprensión –psicológica y cultural- de la pluralidad de valores y condicionamientos, y se complementa con la educación para la opción –ético-política- y para la correcta adopción de un proyecto existencial. Es decir comprender las diversas problemática desde un punto más allá de lo personal.
Esta educación parte del diálogo libre en el cual se trata de ser plural, se respeta una y otra opinión, es como una clase de debate en el cual todos los participantes comprenden la problemática y se sienten capaces de opinar ante ella, sin el fin de adoptar la opinión de otros y de tratar de convencerlos pues el punto no es llegar un consenso sino que todos los alumnos expresen su opinión y se concienticen de la realidad.
Se han escrito diversos proyectos que tratan de impulsar, el texto habla de dos proyectos:
El primero pretende desarrollar la compresión de las situaciones sociales de los actos y de las controvertidas cuestiones. Este proyecto se llama Humanities Curriculum Project (Scurati, 1983).
El segundo proyecto Filosofía para niños de M. Lipman (E. Martínez (coord.), 1992) fomenta una forma racional del pensamiento, enfoque lógico, formas correctas de pensar y la sensibilidad moral haciendo del aula una pequeña comunidad de investigación.
La METODOLOGÍA que se necesita para que la reflexión filosófica y el sentido crítico, es decir la “reflexión crítica”, se den con facilidad consiste en llevar a cabo intervenciones educativas que pretenden impulsar la discusión, la crítica y la autocrítica, así como el entendimiento entre los alumnos, el profesor, e imaginariamente con todos los implicados en el problema real considerado no presentes en el aula. Todo esto sobre temas personales o sociales que impliquen un conflicto de valores, que sean sentidos por los alumnos, con el fin de discutir todo aquello que preocupa o debería preocupar con ánimo de entender críticamente las razones que tienen todos los implicados, y comprometerse asimismo en aquellos procesos prácticos de mejora de la realidad considerada.
Incluir todo esto en la educación considerando principalmente problemas morales apela el uso de la reflexión y discusión crítica colectiva de todos los afectados.
Esta clase de educación habilita a los alumnos para que sean capaces de criticar las formas sociales injustas e ideas, criterios y normas de convivencia que busquen un tratamiento justo de los conflictos de valor.
Hay quienes dicen que las ciencias humanas y todo lo que conllevan no son necesarias para prospera, esto es un pensamiento totalmente errado pues en toda sociedad existe la NECESIDAD DE LA FILOSOFÍA.
Como lo menciona el texto, esta necesidad nace una incapacidad que tienen los individuos de comprender su propio mundo y se encuentran sometidos a una manipulación permanente en la que lo que predomina es la incapacidad de pensar y de vivir libremente.
Si se busca la construcción de una mejor sociedad es necesario que el individuo posea destrezas cognitivas y de hábitos de reflexión crítica que preparen personas ilustradas con una gran reflexividad de pensamiento. Aquí se enmarca el claro error que tienen aquellos que creen que las ciencias humanistas no sirven.
La reflexión filosófica ofrece al hombre distintos beneficios como:
· Una formación con bases sólidas
· Criterios mejor fundamentados y de carácter universal
· Orientar su acción cotidiana y dar respuestas (o ampliar las preguntas) a los problemas personales y
colectivos
· Ayudan a romper el estrecho círculo de particularismo individual, social, temporal y nacional
· Fomenta la apertura universalista
· Permite hacer crítica de lo establecido, no conformarse con lo socialmente impuesto, dudar y advertir lo
problemático de la opinión dominante y lo vano de la retórica oficial.
Todo esto necesita una concepción libre y autónoma del hombre.
Además de la apertura que se le debe dar a la reflexión filosófica en los currículos, la pedagogía también propone desarrollar el SENTIDO CRÍTICO.
La educación que desarrolla esta capacidad exige comprensión –psicológica y cultural- de la pluralidad de valores y condicionamientos, y se complementa con la educación para la opción –ético-política- y para la correcta adopción de un proyecto existencial. Es decir comprender las diversas problemática desde un punto más allá de lo personal.
Esta educación parte del diálogo libre en el cual se trata de ser plural, se respeta una y otra opinión, es como una clase de debate en el cual todos los participantes comprenden la problemática y se sienten capaces de opinar ante ella, sin el fin de adoptar la opinión de otros y de tratar de convencerlos pues el punto no es llegar un consenso sino que todos los alumnos expresen su opinión y se concienticen de la realidad.
Se han escrito diversos proyectos que tratan de impulsar, el texto habla de dos proyectos:
El primero pretende desarrollar la compresión de las situaciones sociales de los actos y de las controvertidas cuestiones. Este proyecto se llama Humanities Curriculum Project (Scurati, 1983).
El segundo proyecto Filosofía para niños de M. Lipman (E. Martínez (coord.), 1992) fomenta una forma racional del pensamiento, enfoque lógico, formas correctas de pensar y la sensibilidad moral haciendo del aula una pequeña comunidad de investigación.
La METODOLOGÍA que se necesita para que la reflexión filosófica y el sentido crítico, es decir la “reflexión crítica”, se den con facilidad consiste en llevar a cabo intervenciones educativas que pretenden impulsar la discusión, la crítica y la autocrítica, así como el entendimiento entre los alumnos, el profesor, e imaginariamente con todos los implicados en el problema real considerado no presentes en el aula. Todo esto sobre temas personales o sociales que impliquen un conflicto de valores, que sean sentidos por los alumnos, con el fin de discutir todo aquello que preocupa o debería preocupar con ánimo de entender críticamente las razones que tienen todos los implicados, y comprometerse asimismo en aquellos procesos prácticos de mejora de la realidad considerada.
Incluir todo esto en la educación considerando principalmente problemas morales apela el uso de la reflexión y discusión crítica colectiva de todos los afectados.
Esta clase de educación habilita a los alumnos para que sean capaces de criticar las formas sociales injustas e ideas, criterios y normas de convivencia que busquen un tratamiento justo de los conflictos de valor.